¿Qué desafíos deja la crisis del COVID-19 a la industria financiera?
Por Ricardo Javier Neme, Vicepresidente de Censys
Solo en una novela de ciencia ficción hubiéramos imaginado un escenario como el que está provocando la pandemia del COVID-19. Las simulaciones de riesgo más extremas que se realizaban en planes de contingencia no contemplaban situaciones de esta naturaleza.
El impacto en la vida de las personas, los modelos de interacción y los cambios en hábitos y oferta de bienes y servicios supera lo predecible durante la crisis y, seguramente acelere tendencias y convierta en forma estructural modelos y demandas de nuestra vida empresarial y personal.
Los cambios demandarán nuevas experiencias en canales y servicios. Se potenciará la utilización de canales digitales, nuevas alternativas de interacción y medios de pagos electrónicos.
Esta crisis le plantea a la industria financiera una gran oportunidad para continuar siendo el nexo vital de las operaciones de la economía: adaptación veloz tanto para afrontar la crisis como para adecuarse al nuevo modelo de hábitos de operación y transacción de los clientes.
Esa oportunidad puede resumirse en 11 desafíos que los bancos y empresas financieras tiene por delante:
1. El desarrollo de canales y servicios digitales
2. Agilizar operaciones
3. La creación de nuevas experiencias, servicios y medios de pago
4. Un enfoque centrado en el usuario
5. La adaptación a nuevas regulaciones en plazos cortos
6. La necesidad de asegurar continuidad y seguridad de las transacciones y la información
7. El manejo estratégico de la información
8. La capacidad y flexibilidad de integración con otros servicios
9. La reorganización de los flujos operativos para el trabajo a distancia
10. Eficiencia en la administración de los procesos de negocio
11. La reducción de costos
La tecnología juega un rol central para superar esos retos. Hoy, un núcleo de procesamiento integrado, de alto nivel de automatización, flexibilidad para la generación de nuevos servicios y productos y facilidad de conexión con canales y servicios digitales se convierte en un activo estratégico para empresas del sector.
A estos desafíos de cambio internos y de procesos, también es necesario sumar los provenientes del mismo mercado. En el actual escenario, la creciente participación de jugadores nuevos como Fintech, grandes tecnológicas y asociaciones de instituciones financieras obliga a la Banca a tomar los desafíos como una oportunidad de cambio no optativa. La transformación se potenciará y lo único constante será el cambio.
El manejo innovador y racional de las tecnologías digitales permitirá no solo desarrollar la evolución y transformación que la industria requiere, sino también generar alternativas de servicios financieros de bajo costo para ampliar los mercados facilitando el acceso masivo al servicio.
Hoy más que nunca, una adecuada estructura del núcleo de sistemas y su costo de operación pasa a ser el factor diferencial para poder avanzar hacia estos cambios, canales y manejo estratégico de información que plantea esta nueva dimensión de servicios.
Si se toma una correcta decisión se logrará el nivel competitivo en costos que se demanda y se podrán poner las energías y esfuerzos en generar con una visión innovadora y capacidad competitiva las alternativas que el mercado requiere.