“State of the Art” o “State of The Business”
Por Ricardo Javier Neme, Vicepresidente de Censys
En estos tiempos de innovación recordaba una frase de un consultor hace años que me hizo reflexionar sobre la clave para invertir en tecnología con sentido de negocios y era: ¿Usted compra tecnología con un concepto “State of the Art” o “State of the Business”.
Y ¿Cuál era el dilema?
Cuestionarnos cómo incorporamos la tecnología. Si lo hacemos con un concepto de tener lo último aún sabiendo que no está lo suficientemente testeado y adaptado a nuestro mercado y que tendremos que destinar más recursos e inversión para lidiar con su implementación; o bien optar por lo más alineado con la mejor proyección en dirección a la evolución y aplicación en nuestro negocio.
Cuantas veces hemos comprado para nuestras actividades deportivas o hobbies los últimos modelos teniendo el costo de ser los “early adopters” hasta su estabilización. Y muchas, sobre todo cuando tenemos tendencia a innovar, pero esto es algo que tenemos que encarar con mucha inteligencia en nuestros negocios. Sino estaremos haciendo más el negocio de los proveedores que el nuestro, pagando los costos de anticiparnos por encima de la adecuada maduración para su aplicación.
Y aquí esta el dilema: cómo combinar la mejor arquitectura y herramientas para nuestra operación con la tecnología más adecuada, asegurándonos su rápida capitalización y una adecuada proyección para nuestro crecimiento y evolución.
Y allí recordé otra frase “zapatero a tus zapatos” y esto se aplica en el mundo de las soluciones informáticas. Para ello tenemos que trabajar considerando dos criterios claves en su desarrollo, flexibilidad y practicidad en su función e integración para su complementación.
Si llevamos esto al mundo de la banca y los servicios financieros, hay 3 aspectos clave en la elección “state of the business” de la tecnología :
1- Un núcleo de procesamiento potente flexible, escalable e integrable con canales y servicios digitales, que brinde una alta automatización de los procesos de negocios a un nivel de alta eficiencia y bajo costo de operación. En síntesis, la base de operación del negocio.
2- Plataformas para facilitar el desarrollo de canales y servicios digitales de simple adecuación a las necesidades y evolución de los hábitos de nuestros clientes con formatos transportables a múltiples dispositivos
3- Herramientas para facilitar el manejo y análisis de la información para control de gestión y “data análisis” en forma flexible, capitalizando los datos del “core”, canales y digitales.
Una arquitectura balanceada en estos tres frentes nos permitirá proyectar nuestro negocio sin límites al menor costo, capitalizando la especialización que nos brinda cada tecnología si supimos cubrir y seleccionar adecuadamente las tres alternativas.
¿Cuáles son los errores más comunes del mercado?
- Seleccionar y adquirir lo aún no adecuadamente probado y estabilizado, teniendo luego el costo que demanda su adaptación con el consiguiente riesgo de demoras o costos mayores en su implementación.
- La adquisición de módulos complementarios que ofrecen algunos proveedores, en áreas que no son su especialización, y que una vez que entran en régimen nos damos cuenta del nivel de su limitación y alto costo para su evolución unido a la falta de un “expertise” propio de aquellos que se focalizan en el área en cuestión.
En síntesis, a mayor grado de innovación mas deberemos aplicar el sentido común para saber integrar tecnologías con el adecuado nivel de maduración en una combinación que capitalice la esencia de cada especialización.
Hoy más que nunca recuerdo que el que ganaba en las canchas no era el que tenía el último equipo sino el palo adecuado y probado para hacer cada tiro en cuestión. Una enseñanza de experto jugador de golf.
Ni mas ni menos que, cuanto más alternativas estén a nuestra disposición más deberemos aplicar más la experiencia y una correcta visión.